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MANUEL NAVA   /

 

Dos terremotos y más de 4 mil 400 réplicas en menos de un mes, que causaron centenares de muertes, además de dos huracanes, impactaron también contra la industria turística mexicana, que representa casi nueve puntos del PIB y da trabajo a 9  millones de personas.

A pesar de la campaña publicitaria de Estamos de pie, no se ha podido revertir el nivel de cancelación.

Según la Asociación Mexicana de Agencias de Viajes (AMAV) el número de reservas de turistas extranjeros y mexicanos en la capital ha disminuido hasta un 50 por ciento, cuando lo normal en esta época es 66 de ocupación, y 15 en el resto del país.

Fuentes oficiales reducen las cancelaciones a 30 por ciento en todo el territorio e insisten en que los destinos más solicitados como Cancún, Puerto Vallarta, Los Cabos y Acapulco no han resultado afectados, pero se teme el efecto contagio.

El temido efecto de cualquier catástrofe para el turismo, como ocurre con fenómenos como la violencia o el terrorismo, se concentra en zonas muy determinadas: todos los estados afectados por los terremotos como Ciudad de México, Oaxaca, Morelos y Chiapas, suman 28 por ciento del turismo del país y afectan a un segmento muy específico, sobre todo, los estadunidenses y canadienses  que son los visitantes mayoritarios.

Cálculos del gobierno federal, en sus visitas de apoyo a las entidades afectadas, identificaron mil 821 monumentos arqueológicos, artísticos e históricos con daños.

En lo que se refiere a los destinos de playa, Huatulco fue de los más afectados con una baja de 51 por ciento; seguido de Puerto Escondido con una caída de 21 por ciento en la afluencia de viajeros; al tiempo que Cuernavaca, Puebla y Oaxaca recibieron 15, 10 y 2 por ciento menos personas, respectivamente.

Además, tras el fenómeno natural se reportaron daños en los Pueblos Mágicos de Cholula (Puebla); Mitla (Oaxaca), Tepoztlán y Tlayacapan (Morelos); Chiapa de Corzo y San Cristóbal de las Casas (Chiapas).

En Oaxaca, la entidad más afectada, el turismo pesa 17 en el PIB; mientras que en Morelos, Puebla y Chiapas significa 8.9, 8 y 7.5 por ciento, en el mismo orden.

Muchos establecimientos y aerolíneas están pensando en ofrecer una política agresiva de descuentos para atraer a los visitantes, con unas rebajas que podrían llegar hasta 50 por ciento en lugares como Acapulco para lo que resta del año. La Sectur planteó iniciativas para reactivar el turismo en los estados afectados por los sismos con el programa Viajemos Todos por México.

Los expertos temen que ni siquiera estas medidas puedan despejar un panorama sombrío para el país norteamericano, justo cuando, paradójicamente, casi acababa de cerrar su mejor ejercicio en 2016: 35 millones de turistas, una cifra que le había convertido en el octavo destino mundial.

México no puede permitirse perder un sector vital para su economía: solo en 2016, dejó unos beneficios de 20 mil millones de dólares y con una oferta de casi 400 mil habitaciones.

 

 

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