Compartir

* En la peregrinación despliegan una manta contra el dirigente del Cecop, Marco Antonio Suástegui

 

SANTIAGO HERRERA  /

 

Acapulco, 21 de enero de 2018. Alrededor de 100 personas pertenecientes a los pueblos que conforman los Bienes Comunales de Cacahuatepec, marcharon de la comunidad de Aguacaliente a la Concepción, para pedir la paz tras los recientes conflictos que sucedieron en el lugar, en donde murieron 11 personas.

Pese a que la marcha fue convocada por autoridades eclesiásticas, durante el recorrido de la misma, al frente del contingente desplegaron una lona en donde pedían cárcel para el líder del Consejo y Ejidos Opositores a la Presa la Parota (Cecop).

La marcha que fue convocada por el párroco de Aguacaliente, Javier Alonso Mendoza, partió alrededor de las 13 horas de la parroquia ubicada en ese poblado con dirección hacia La Concepción, en donde posteriormente realizarían una misa solemne.

Santiago Herrera

Desde las 11 horas pobladores de los pueblos aledaños se comenzaron a congregar en la iglesia de Aguacaliente, al lugar todos arribaron con vestimentas blancas, globos del mismo color, cartulinas en donde se podía leer la palabra “paz”.

Antes de iniciar el movimiento, y tras la entrevista que ofreció Alonso Mendoza, pidió a los medios de comunicación que no dieran cobertura a la marcha argumentando motivos de seguridad y debido a que los pobladores aun se encontraban dolidos por los hechos ocurridos en La Concepción.

Posteriormente y minutos después de las 13 horas, un contingente de 100 personas vestidos de blanco, banderas hechas de papel blanco con la palabra paz, al igual que cartulinas con la misma palabra, salieron de la parroquia de Aguacaliente, con dirección hacía la Concepción entre cantos y oraciones religiosas.

Al frente  de la marcha por la paz, llamó la atención una lona desplegada en letras negras y rojas que decía “por la paz que nadie proteja asesinos, Marco Suastegui y sus cómplices ¡castigo ejemplar!”, misma lona con la que entraron a La Concepción.

Tras casi dos horas de recorrido por la carretera que va de Aguacaliente a La Concepción, el contingente llegó a la entrada del poblado que era territorio de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC).

Ahí en La Concepción, todo estaba en calma, la entrada al poblado solamente era resguardada por un pequeño grupo de policías estatales, mientras que en la cancha, donde se desató el conflicto que ocasionó la muerte de ocho civiles que se encontraban en la fiesta de la feria del pueblo, un grupo de personas también de blanco recibieron entre aplausos al contingente que recién llegaba. Una tarima con flores y otros enseres religiosos ya se encontraban instalados en donde el párroco oficiaría la misa.

La lona que pedía castigo contra el líder del Cecop fue colocado en el alambrado que resguarda la comisaría, en donde en su interior aún permanecen vestigios de lo que fue el enfrentamiento: veladoras, manchas de sangre, así con marcas de bala en paredes y puertas.

En el enfrentamiento ocurrido el pasado 7 de enero entre civiles armados afines al comisario Florentino Melchor y policías comunitarios, resultaron muertas ocho personas y posteriormente, al llegar autoridades estatales y militares y en hechos aun confusos, resultaron abatidos tres policías comunitarios.

Previo a la salida de la marcha por la paz a la que convocó, Alonso Mendoza indicó que dicha marcha representa una gota de agua en un desierto acalorado y precisó que para la iglesia no hay culpables pues todos experimentan el mismo dolor.

“Estas actividades (la marcha) tienen como finalidad expresar nuestro dolor a los hechos violentos que se han dado en los últimos días y para pedir a Dios presente en la eucaristía por la paz, reconciliación, la unidad de quienes vivimos en cada una de las comunidades de los bienes comunales de Cacahuapetec, pedir por la paz en los hogares, las familias, la paz entre los compañeros y pedir a dios que nos ilumine y nos acompañe en estos momentos difíciles que estamos pasando, pedir que nos indique el camino cierto y seguro, que debemos seguir”, dijo.

Señaló que como iglesia hay cosas que les duelen, e hizo referencia a los dos grupos que están en conflicto en los bienes comunales, pues, dijo, “como veo uno, como veo a otros, su dolor, en ellos quisiera mostrarle esa parte de bondad que hay de Dios y que todos somos hijos de dios independientemente del credo que tenga”.

En ese sentido señaló que existe la posibilidad de una reconciliación pero que “es todo un proceso que hay que seguir” y sostuvo que “esta peregrinación es una gotita de agua en un mar de necesidad, en un desierto acalorado”.

“Estamos acompañando a todas las personas, no puedo decir que hay culpables, solo un hecho donde se necesita la presencia como iglesia y como sacerdote estar ahí con ellos, no sé si hay culpables o no, lo cierto es que todos experimentan ese mismo dolor”, finalizó.

 

Compartir:

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here