* El vocero del Cecop aduce el ingreso de marinos, militares y ministeriales a su parcela como parte de una estrategia gubernamental por retomar el proyecto hidroeléctrico
ROBERTO RAMÍREZ BRAVO
Acapulco, 19 de diciembre de 2019. El vocero del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras al proyecto La Parota (Cecop), Marco Antonio Suástegui Muñoz lo dice convencido de sus propias palabras: “tengo el presentimiento de que van a querer salir con una jalada de que vamos a hacer una consulta y al rato digan que las comunidades están de acuerdo y La Parota va, cuando nosotros ya fijamos nuestra postura desde un principio y que no vamos a ceder nuestras tierras”.
Por ello, dijo, el 8 de agosto de este año ocurrió una incursión de marinos y militares en su parcela dentro los bienes comunales de Cacahuatepec, zona de influencia del conflicto por la presa desde 2003, y luego otra el 15 de diciembre, donde fueron policías ministeriales quienes irrumpieron en sus terrenos, y, dijo, pretendían detenerlo.
Entre ambas acciones, dice en entrevista, hay un hilo conductor: la reactivación del proyecto hidroeléctrico La Parota, por parte del gobierno federal de la llamada Cuarta Transformación.
“Todo hace indicar –afirma- que La Parota no está cancelada, y si creíamos que con Andrés Manuel López Obrador (presidente de la República) se acabarían nuestros problemas, ya vemos que no. Tenemos preocupación por las consultas que se están dando, por ejemplo, lo del Tren Maya, donde supuestamente las comunidades ya dieron su aprobación, y yo dudo eso”.
Señaló que una comisión de campesinos opositores a la presa salió este miércoles con rumbo a Chiapas, a invitación del Comandante Galeano, para participar en un acto multitudinario con una ponencia titulada Defendiendo el territorio.
Suástegui Muñoz interpuso esta semana una queja en la Comisión Estatal de Derechos Humanos, ante la delegada regional en Acapulco, Fanny Ruth Lara Figueroa, contra un comandante de la Policía Ministerial apellidado Mariscal, el cual, dijo, lo ha estado hostigando de manera personal desde hace algún tiempo, aunque al parecer con el respaldo de sus superiores.
“Lo pusieron de custodio cuando yo estaba preso y ahora lo ponen como comandante operativo en La Parota. Me amenazó el 15 de diciembre (cuando irrumpieron los ministeriales en su parcela) y me dijo que me va a agarrar de todos modos y que se la voy a pagar, porque lo había mandado el gobernador para partirme la madre”, relató.
Conocedor de la represión, de la prisión y la tortura, que ha vivido en carne propia, el vocero del Cecop afirma que “todas estas agresiones van enfocadas en que al rato quieran hacer una consulta y que digan que la Parota va. Esto del tren maya para nosotros es una alerta roja”.
Contó que el 8 de agosto pasado irrumpieron marinos en sus dos parcelas, una conocida como El Aguaje, en Las Parotas, y la otra como El Amate en Rancho Las Marías, las cuales suman un total de 20 hectáreas aproximadamente, herencia de sus abuelos. “El 8 entran, y yo no estaba, al siguiente día vuelven a entrar, pero yo ya me encontraba, como a las 8 de la mañana, y me sobrevuelan con helicóptero, me apuntan con armas de alto poder desde el helicóptero y luego llegan dos camionetas, con un teniente Santos a la cabeza, de la Marina, a bordo de una patrulla, la 800164, y dijo que él era teniente del 22 batallón de infantería de Semar en Acapulco, y que iba porque sabía que ahí se iba a construir la presa La Parota”.
Por lo pronto, insiste Suástegui, lo que se advierte es que el gobierno federal no tiene cancelado el proyecto, y que la Cuarta Transformación está pensando incluir a la hidroeléctrica La Parota, a la cual se han opuesto las comunidades desde 2003, en sus grandes proyecciones, como el llamado Tren Maya.