* La Suprema Corte de Justicia de la Nación avaló el consumo “lúdico” de la planta
* No se podrá comercializar ni distribuir, sólo sembrar y para consumo personal
REDACCIÓN /
México, DF, 4 de noviembre de 2015. ¿Echarse un porro de mariguana? ¿Sembrarla en la casa, para las reumas, y uno que otro toquecito? Ya será posible.
Este día la Suprema Corte de Justicia de la Nación validó el uso “lúdico” de la mariguana, su siembra y consumo personal. El acuerdo no incluye su comercio, suministro o distribución.
La sesión se llevó a cabo de manera privada para atender las demandas de cuatro ciudadanos que promovieron ampararse ante el articulado de la Ley General de Salud que prohíbe el uso del estupefaciente, ellos son Josefina Ricaño Bandala, Armando Santa Cruz González, José Pablo Girault Ruiz y Juan Francisco Torres Landa Ruffo. Originalmente, también la Sociedad Mexicana de Autoconsumo Responsable y Tolerante A.C, pero ésta se desistió y no salió beneficiada con la resolución.
Con lo acordado por la Sala Primera de la SCJN, se podrá realizar actos relacionados con el consumo personal de la mariguana, como sembrar, cultivar, cosechar, preparar, poseer y transportar, pero no comercializar, suministrar o enajenar por cualquier otra vía.
Hasta el momento, la resolución sólo beneficia a los cuatro que solicitaron el amparo, pero bastaría con que una personas más lo haga, y reciba una sentencia similar, para sentar precedente y convertirla en obligatoria para el resto de los ciudadanos. Sin embargo, los cuatro casos ameritaron el establecimiento de un criterio jurídico de observancia obligatoria para juzgados y tribunales federales, con lo que prácticamente es un hecho que de hoy en adelante se podrá consumir, sembrar, transportar la hierba tan deseada y a la vez tan temida.
El ministro Jorge Pardo Rebolledo, sin embargo, planteó un tema crucial: se podrá consumir, sembrar, cultivar, pero no comercializar. ¿Cómo se obtendrán entonces las primeras semillas? La duda no fue atendida. Alguien, sin duda, va a violar, aunque sea por una vez, la sentencia de la Corte.