ROBERTO RAMÍREZ BRAVO /
Acapulco, 28 de junio de 2020.
En la sucesión por la alcaldía de Acapulco, para Morena, hay un abanico de cartas al parecer suficiente, para elegir a quien buscará ser sucesor o sucesora de la actual presidenta municipal Adela Román Ocampo.
Para empezar, hay que ver los nombres de quienes empiezan a manejarse como prospectos para obtener la candidatura en 2021.
Destaca la posibilidad de que la alcaldesa Adela Román defina presentarse como aspirante a la reelección, sin menoscabo de que también se le menciona como la principal aspirante a la gubernatura en el caso de que esta candidatura se resuelva por el género femenino, y sin menoscabo, por supuesto, de que decida concluir su período sin buscar de momento otra posición. Adela Román gobierna no solo una tercera parte de la población en el estado, sino que, a pesar de la difícil situación en que le tocó asumir el gobierno municipal, ha tenido oportunidad de demostrar el temple para enfrentar esas adversidades, y, sobre todo, en el manejo de la crisis por la pandemia, su compromiso con la población. Es la primera vez que en una misma persona se reúnen dos posibilidades de competir, tanto por la gubernatura como por la alcaldía.
Otra figura relevante es la diputada federal Abelina López, quien no es la primera vez que tiene esta aspiración. Ligada políticamente al ex gobernador Zeferino Torreblanca Galindo, en el proceso electoral pasado declinó siquiera la opción de participar para ayudar a su mentor a que él fuera el candidato, pero ese escenario no se cumplió: Zeferino tuvo que ir por el PT y ella fue a la diputación federal. Ahora nuevamente se le menciona como aspirante a la candidatura por la alcaldía.
Procedente del sector empresarial, también se mueve en esa misma ruta la diputada local Yoloczin Domínguez Serna. Aunque es originaria de Atoyac, la carismática legisladora cuenta con la residencia legal requerida en el puerto. Es diputada por el distrito 03 del municipio.
Otros que aspiran son los diputados locales Moisés Reyes Sandoval y Zeferino Gómez Valdovinos. Ambos han dejado al descubierto su aspiración desde hace meses, y se han ocupado en difundir su imagen en anuncios espectaculares, y, en el caso del segundo, por la difusión de los comedores comunitarios que gestionó, con su nombre e imagen personal. La misma promoción en ambos casos, los ha colocado, a querer o no, en el centro del debate y tal vez en cierto modo de un golpeteo innecesario, principalmente en las redes sociales. Sin embargo, sus nombres siguen ahí, mencionándose como prospectos para la candidatura.
Procedentes del Cabildo acapulqueño, destacan dos figuras. Una es el síndico Javier Solorio Almazán, quien fue aspirante en el proceso electoral de 2018, y quizá hubiera sido el candidato, de no ser porque el Consejo Estatal de Morena definió que en Acapulco debería ir una mujer y la candidata resultó ser la actual alcaldesa Adela Román Ocampo. Solorio pudo ir con el PT y competir contra la candidata de Morena, porque aquel partido lo propuso como su abanderado, pero decidió declinar esa propuesta y mantenerse en las filas morenistas, lo que finalmente lo mantiene como un aspirante fuerte tres años después.
Otra figura que resalta desde el Cabildo acapulqueño es el regidor Hugo Hernández Martínez, coordinador de la fracción de Morena. Es doctor en Derecho, catedrático de la Uagro y, al momento de ser postulado a la regiduría, era presidente del Colegio de Licenciados y Postgraduados en Derecho del Estado de Guerrero (Coliposdeg). Al igual que Solorio Almazán, estaba en la lista de prospectos para la candidatura a la alcaldía de Morena en el proceso electoral pasado. Hernández Martínez es uno los pocos regidores que ha hecho propuestas generales para el funcionamiento del gobierno municipal, como el reglamento de austeridad y ahorro municipal, que, a pesar de haber sido aprobado mayoritariamente en la Comisión de Gobernación, no ha sido turnado al pleno del Cabildo porque la primera sindicatura, que preside esa comisión, no ha presentado el dictamen correspondiente.
Finalmente, pero no por ello menos importante, está el presidente de la Fundación Acapulco nos necesita, José Inocente Ariza Tapia, quien también forma parte de las propuestas en la elección pasada que se quedaron fuera por el cambio de género en la candidatura. Ariza Tapia fue un caso notable porque tras la designación de Adela Román como candidata, impugnó en tribunales su postulación con el argumento de que no había pedido licencia definitiva a la magistratura en el Tribunal Superior de Justicia. Tres años después, con las aguas más en calma, sigue siendo considerado uno de los aspirantes para el cargo. Con su fundación, hace una labor altruista de entrega de lentes a niños de escasos recursos, al margen de campañas políticas.
Los aspirantes de Morena, en Acapulco, ya tuvieron una experiencia hace tres años que bien puede servirles en esta ocasión. En principio, está el dato de que a pesar de todos los acuerdos previos que se tengan, la decisión final tendrá que pasar por el Consejo Estatal. Hace tres años, algunos aspirantes apelaron a sus relaciones con las cúpulas nacionales morenistas, pero la estrategia falló. A dos años del triunfo en la elección presidencial, y sin la presencia de Andrés Manuel López Obrador en la boleta, quien aspire a encabezar la candidatura tendrá además una pregunta qué responderse: ¿en su propuesta de campaña, planteará ruptura o planteará continuidad con el actual gobierno de Adela Román, el primero de Morena en el puerto?
En lo interno, también en el partido de López Obrador se vaticina que habrá intensidad.
Si, gracias…