RAÚL SUÁREZ MARTÍNEZ /
Chilpancingo, 18 de octubre de 2020.
El partido de San Pedro, el PRI, otra vez negando tres veces y las que sean necesarias el tener relación, conocer, que haya trabajado en su gobierno y, menos que haya estado afiliado a su partido. Cuenta la leyenda que uno de sus discípulos cuando una multitud aprehende a Jesús, en tres diferentes momentos Pedro, la piedra fundamental de lo que sería la continuidad de lo que Jesús predicaba, lo negó.
En México, el PRI, la piedra fundamental de la corrupción, de la complicidad con la mafia, de los fraudes electorales, del engaño al pueblo mexicano, ha negado a quienes se han convertido en maestros de tanto engañar, robar, estafar, de tanto enriquecerse por sus nexos con el narcotráfico.
El PRI nunca se ruboriza si alguno de sus prominentes miembros es acusado, aprehendido, descubierto in fraganti. Les vale, con declarar que no está registrado en su padrón de afiliados, incluso que no lo conocen, resuelven, eso creen, el problema.
Los priistas son los primeros en quedar indefensos, huérfanos de su propio partido.
Imaginen si el general Cienfuegos llega a involucrar a Enrique Peña Nieto y demás priistas, van a negar a su propio presidente, al nuevo priista que encabezaba a los jóvenes priistas que venían en 2012 a salvar al país. La respuesta ya la sabemos: No lo conozco y, lo negarían tres o las veces que fuera necesario.
Es interesante que Andrés Manuel Obrador diga que en México no sabían nada, o que no hay investigación en curso contra Cienfuegos o alguien más, yo no le creo. López Obrador ha sabido confiar a sus adversarios para que no huyan antes de tiempo y está ocupando, así, textualmente, ocupando al sistema de justicia de Norteamérica para investigar y castigar a los corruptos de México. Sabemos que en nuestro país todavía no hay una limpia del sistema de justicia y, de tratar de juzgarlos aquí, se correría el riesgo de que los jueces, la mayoría que les debe el favor a los priistas, los dejen en libertad.
Hay que reconocer que el sistema priista sigue teniendo muchos tentáculos metidos en la administración lopezobradorista; Andrés Manuel, presidente del país, ha equivocado la estrategia del aparato burocrático. Creo, es mi percepción que, cuando inició este gobierno e intentaron cambiar a los burócratas, tuvieron temor de que hubiera una rebelión de la gente al quitarlos de esos espacios que usufructuaron bajo regímenes prianistas. Morena no debió inhibirse ante la necesidad de hacer los cambios necesarios.
Lo claro es que, poco a poco, las corruptelas prianistas están saliendo a la luz, obvio todo esto va a influir en el ánimo de los ciudadanos en las votaciones del 2021, los prianistas pueden pagar todo el mal que le han hecho al país.
Llegará el día en que no haya gente a quien negar, se están desfondando, lo que hay que pedir es que lo nuevo que todavía no nace, sea algo mejor, hay que agitar el árbol morenista y de la partidocracia en general para que las frutas podridas se caigan y se dé un mejor producto político.