* “Ángel Aguirre es quien debería haber ido a la cárcel, porque estaba protegiendo a delincuentes”, dice en Estados Unidos la ex comandante de la Policía Comunitaria de Olinalá
* “Nunca tuve poder en mis manos, solo obedecía al Consejo de Principales; como dicen los zapatistas: mandar obedeciendo”
* “Mi compromiso no es con el PRD, es con los luchadores sociales; no soy propiedad de ese partido”, afirma
* “Por ser mujer en la Policía Comunitaria, el Estado me persiguió hasta encarcelarme”, sostiene
KAU SIRENIO PIOQUINTO /
Tacoma, Washington, 27 de marzo de 2018. “No traicioné a nadie, menos al Partido de la Revolución Democrática (PRD). Porque no soy ni militante y menos de su propiedad. Con ellos no tengo compromiso, ni moral ni económico. Mi compromiso es con el pueblo, con el movimiento social y los activistas», afirma Nestora Salgado.
Candidata de Morena al Senado por la vía uninominal y por la vía plurinominal, la excomandante de la autodefensa de Olinalá suelta otra de sus verdades. «Si en México no hubiera impunidad, Aguirre Rivero, Eusebio González Rodríguez e Iñaki Blanco estarían en la cárcel pagando por sus crímenes. Pero no es así; aún hay gente que les aplaude», dice.
La ex presa política concedió una entrevista a La Plaza en su casa al sur de Tacoma, Washington. Afuera, las hojas de los árboles parpadean y sueltan el rocío dejado por la nevada de la víspera. La activista agita su copa de vino blanco y le da un trago antes de hablar de su pasado con los partidos políticos que dicen que fueron traicionados por ella. A cada pregunta que se le plantea, contesta con una voz baja pero firme.
En la entrevista, Nestora habla de su candidatura al Senado, del empoderamiento de la mujer, del tema de la migración, del salario de los políticos, del PRD y del exgobernador Ángel Aguirre Rivero.
«¿Cómo fue que aceptaste ser candidata al Senado?», le pregunto.
«Fue una decisión muy difícil –explica–, porque no creo en partidos políticos, por tantas mentiras que nos han dicho. Sin embargo, creo en las personas que tienen buenas intención, como Andrés Manuel López Obrador, que está a favor de los marginados, sobre todo de un cambio radical en México».
Agrega: «Conozco la lucha social, sé las necesidades de la gente del campo, de los campesinos, de los olvidados, de los ignorados; ésa es la razón por la cual decidí aceptar la candidatura. Claro, fue muy difícil tomar la decisión. Pero también sé que desde ese espacio podemos impulsar leyes más justa para nuestra gente».
Para llegar a la casa de la activista en Estados Unidos, hay que hacerlo en transporte particular, por la carretera número 5 que viene de Los Ángeles a Canadá. Antes de llegar a Tacoma, hay que desviarse al Este, no sin antes cruzar cerros y bosques que lucen blancuzcos por la nieve.
Nestora da otro sorbo y acepta que nunca ejerció un poder como persona, sino que era sujeta a órdenes que emanaban de las asambleas comunitarias. «No tuve poder en mis manos, fui policía comunitaria, que recibía órdenes del pueblo, que surgían de las asambleas. Solo obedecía a la asamblea y al concejo de principales; es así como dicen los compas zapatistas: mandar obedeciendo», dice.
Sin perder la plática sobre el ejercicio del poder popular comunitario, explica cómo ve su posible incorporación al Senado, en caso de ganar la segunda fórmula en compañía del controvertido Félix Salgado Macedonio o entrar por la vía plurinominal, al inscribirse en el noveno lugar.
«Soy sincera: experiencia no tengo, porque no soy parte de la clase política que salta de un espacio a otro. Yo vengo de la lucha social; de la cárcel, por combatir a criminales en Guerrero. Pero hay que usar ese espacio para trabajar junto con los pueblos, con los movimientos sociales y con los luchadores sociales. Lo único que quiero es que la voz del pueblo se escuche en el Senado. No voy solita, pregunté a los compas si estaban de acuerdo que yo fuera candidata, y ellos dijeron que sí».
–¿Cómo asumes el empoderamiento de la mujer en la política? –planteo.
–México es un país tan machista… ahí es nadar a contracorriente, porque nos falta educación de género. Yo lo veo así; a lo mejor la ignorante soy yo, pero veo que el machismo no nos permite avanzar.
«Por ser mujer en la policía comunitaria, el Estado me persiguió hasta encarcelarme; porque en Guerrero están acostumbrados a que el hombre sea el que lleve la voz, la mayoría y le aplauden. Hago una comparación en los movimientos sociales: José Manuel Mireles y Nestora Salgado. Fíjate nada más, los dos venimos de movimientos sociales; a Mireles se le aplaude por ser hombre, y a mí me atacan porque soy mujer. El doctor hizo lo mismo que yo, pero hay mucha diferencia aunque sea la misma lucha», señala.
«La costumbre machista viene desde la infancia: en la casa se enseña que la mujer es el segundo lugar y el hombre es el que manda. Tenemos que cambiar esto. Por eso exhorto a las mujeres a que hagamos uso de nuestro poder, porque en realidad tenemos un poder muy grande. De no hacerlo así, va ser muy difícil el empoderamiento de la mujer y más cuando no tiene autonomía. Por lo que tenemos que luchar para que esa autonomía se haga una realidad», complementa.
Nestora Salgado reconoce que aún no tiene un proyecto definido en tema de equidad de género, «porque apenas vamos a platicar con las mujeres; lo vamos a platicar con las activistas y la gente que ha estado en la lucha. Ahora no te voy a platicar de un proyecto legislativo, porque lo vamos a hacer de manera conjunta con las mujeres».
De la migración, expone: «Lo que más me gustaría es que ya no emigraran por acá, que no ya no se venga la gente, sino que le buscáramos opciones, que le inyectáramos al campo. Que busquemos otras cosas que hacer para que nuestra gente ya no tenga que venir a los Estados Unidos. Que se queden en su tierra. Que se queden en su país».
Se explaya: «Como campesina, yo quisiera que tuviéramos oportunidades en el campo para trabajar; somos gente muy trabajadora, gente que venimos a entregar muchas horas de nuestra vida para trabajar. Nos esforzamos para lograr las cosas. Ese mismo esfuerzo lo hacemos en México, con otras facilidades, otras oportunidades, no tendríamos ni una necesidad de venir aquí o a otro país».
Agrega: «Pero si hablamos de migración, quisiera que se busquen formas para que vengan los paisanos con una visa de trabajo; porque nuestros hermanos se están muriendo en el camino, se están muriendo al cruzar la frontera; aun así, aquí son los menos pagados y los más explotados. Por eso tenemos que buscar la forma de cómo evitar eso, para que vengan con un permiso, que vengan contratados. Vamos a buscar las formas; no soy experta en el tema, pero vamos a platicar con expertos en temas migratorios y desde ahí hacer un proyecto conjunto, porque soy madre de familia que luchó en este país sin un hombre a lado y con tres hijos. Por eso sé lo que es el esfuerzo de dos o tres trabajos; además, hay que cuidar los niños.
Enfatiza: «Sé lo que es cruzar la frontera. Sé lo que es estar perdida en el desierto. Por eso voy a empujar mucho en tema migratorio. Pero sobre todo, cómo luchar para que ya no sigan viniendo por acá”.
Cuando se le pregunta acerca de la viabilidad de la visa de trabajo, reconoce: «Es muy difícil, por el presidente de Estados Unidos que tenemos ahora, por su política migratoria. Pero he estado platicando con sindicalistas aquí, que lo está promoviendo: el sindicato Farm Labor Organizing Committee (FLOC) con la Secretaría de Trabajo en México, para ver las oportunidades; cómo empezar a trabajar. Y vamos a impulsarlo juntos y ampliar esas redes».
Remarca: «Sé que juntos podemos hacerlo. Los sindicatos son fuertes. La que gente que trabaja, los que estamos aquí, sabemos lo que es el trabajo; tenemos la fuerza porque somos muchos los que ya tenemos la ciudadanía y vamos a empezar a llamarlos para que hagan sonar la voz a favor de nuestros hermanos. Vamos a trabajar de la mano».
Otro tema que se le plantea a la ex policía comunitaria es el del salario de los senadores. Dice que desde que le propusieron que fuera candidata al Senado, lo pensó mucho y que incluso se lo comentó a varios compañeros.
«A mí el dinero nunca me ha importado, no es porque no sirva, no es porque sea millonaria, pero no es mi felicidad. Desde antes que tenía muy poco, siempre quise dar de lo que la vida me ha dado. Entonces, si ahora tengo la oportunidad, buscaré la forma de cómo llegar a la gente tan necesitada», ofrece.
Y complementa: «Tengo la Fundación Nestora Salgado, pero además, sé que con Andrés Manuel tenemos que aportar nuestro sueldo para los proyectos y estamos en toda la disposición, porque no busco ese sueldo. Buscamos ese espacio para hacer más por nuestra gente, por nuestro pueblo.
«Claro, no los vamos a enseñar a comer pescado, sino a pescar, ¿verdad? Entonces, vamos a buscar formas de cómo hacer para que los paisanos puedan ayudarse más. Sin embargo, ese dinero es muy poco para las necesidades de la gente en todo el país. Porque no hablamos de una comunidad o de un grupo, sino que hablamos de un país. Ese dinero no es nada cuando te preocupas por la gente que no tiene medicina, que no tiene que comer; y las mujeres no tienen atención de tercer nivel de salud a tiempo. Y cuando hay personas con cáncer que requieren de su tratamiento inmediato. Que los niños tengan educación. Hay tantas cosas, que ese dinero no va alcanzar para nada».
Remata: «A mí me interesa apoyar a esas personas pobres que no pueden ir a visitar a sus familiares a la prisión, porque no tienen cómo pagar su pasaje. Imagínate para qué me serviría ese dinero. No sirve de mucho. Mucha gente dice que es mucho, pero en realidad para todas las necesidades que tenemos no es nada».
La conversación roza dos de los temas que mejor conoce Nestora Salgado: movimientos sociales y presos políticos. Dice que piensa trabajar con activistas para lograr la liberación de los presos políticos, impulsar y modificar leyes de derechos humanos. «Yo sé que sí se puede si el pueblo nos apoya. Por eso le pido al pueblo que nos dé la fuerza, que confíe y que si de verdad quiere un cambio, es el momento en que podemos impulsarlo. Porque Nestora sólita, nunca va hacer nada. Pero si ellos están de lado conmigo, claro que sí podemos hacer mucho. No vamos hacer milagros, pero sí vamos a cambiar muchas cosas», promete.
Sobre el reproche de que traicionó al PRD, argumenta: «No tengo compromiso con nadie; quien se acercó a defenderme fue porque creyó en mi lucha, pero nunca les firmé un contrato. Yo creo, si ayudo a alguien lo hago sin esperar nada a cambio. Y no tiene que pasar su vida agradeciéndome ni haciendo cosas para pagarme. Ni con el PRD ni con el PRI ni con ningún otro partido político.
“Con los que sí tengo compromiso es con los activistas, porque ellos sí han luchado. Eso no significa que gente de PRD no luchó. Sí luchó. Pero hubo personas contadas. No te voy hablar de partido, te voy hablar de personas que se comprometieron con la lucha. Y no solo del PRD. Fueron personas conscientes de diferentes partidos. Y no me hace tener un compromiso con ellos.
«Con los activistas y con la gente que me apoyó tengo el compromiso de seguir luchando por otros más. Pero nunca traicioné al PRD, porque nunca he sido del PRD, porque no soy propiedad de ese partido», aclara.
Explica: «Cuando los dirigentes me visitaron en la cárcel siempre les dije cuál era mi lucha; mi intención es hacer algo por el prójimo, luchar por el otro que está jodido, por el otro que está en la misma situación. Yo creo que no se paga con el dinero, no se paga yéndome al PRD».
Puntualiza: «Si me voy ahora con Morena es porque me dieron la oportunidad que ni un otro partido me ofreció; y si ellos me lo están dando y lo puedo aprovechar para seguir luchando, por eso me voy con ellos. La diferencia sería si ellos me hubieran dado la oportunidad y le dijera que no. La oportunidad que me da Morena lo voy a usar para apoyar al pueblo, sin traicionar a nadie, sin traicionar al movimiento social, porque vengo de la lucha social y ahí seguiré de la mano con los activistas».
Nestora no rehúye entrar al tema del exgobernador Ángel Aguirre Rivero, y asegura que él, lo mismo que Eusebio González Rodríguez e Iñaki Blanco son los que deberían de estar en la cárcel. «Pero, ¿sabes qué es lo que pasa? Mucha gente del pueblo les aplaude y los apoya, aun sabiendo que son los principales responsables de la desapariciones en Guerrero, son gente que está aliada al narcotráfico».
Y concluye: «Nosotros, con pruebas demostramos que el expresidente priista de Olinalá Eusebio González Rodríguez y Ángel Aguirre estaban protegiendo a delincuentes; por eso me encarcelaron. Ahora, si el pueblo les aplaude y les apoya, es cosa del pueblo. Porque Nestora sola no puede. Porque de ser así, les haría pagar por sus crímenes. Porque no se puede dejar impune la desapariciones de miles de personas, incluyendo los 43 normalistas»