* Hombres armados impiden el paso a los lugareños
HERCILIA CASTRO /
Zihuatanejo, 9 de marzo de 2017. Playa Linda son casi dos kilómetros de playa, desde donde inicia el estacionamiento hasta el hotel resort Azul Grand y Qualton, sin embargo, los mismos lancheros no pueden pasar a Playa Quieta, pues siempre aparecen guardias.
La playa, aún pública, ofrece un paisaje inigualable, cigüeñas, espátulas rosadas, pelícanos blancos, patos buzos, grullas, petirrojos, zanates, Martín pescador, garzas blancas, gaviotas, y más especies, sobreviven al paso de la devastación que hace el Fondo Nacional de Turismo (Fonatur).
Sin embargo, tanto lancheros como los pescadores de las cooperativas de Playa Linda, denunciaron en 2016, que el tubo de drenaje de esa dependencia y los grandes consorcios hoteleros, está contaminando las corrientes marinas de ese destino turístico.
Andrés Saucedo Hernández, presidente de la Comisión de Vigilancia de la Cooperativa La Isla de Ixtapa denunció que el tubo de drenaje está contaminando los bancos de moluscos como el ostión.
“El tubo de drenaje de Fonatur, es submarino”, y sí, el pescador no miente.
“Son los tubos de 8 a 12 pulgadas de diámetro, y ya están contaminados y de ahí sale el agua contaminada al mar”, dijo.
Saucedo Hernández señala mientras se va en lancha, los puntos de los grandes resorts como Azul Ixtapa, Melía, Qualton, Azul Grand y Punta Ixtapa, en donde se encuentra de forma subterránea el tubo de descargas de aguas residuales del Fondo Nacional de Turismo.
Al pasar frente a Punta Ixtapa, dos guardias de seguridad tomaron fotos a la lancha, así como el número de serie de la embarcación.
“Siempre hacen eso, toman nota de quiénes pasamos”, criticó Daniel Pérez Arellano, presidente de la cooperativa Isla de Ixtapa.
“Fíjese, cómo es posible que entre propios mexicanos seamos enemigos”, dijo Pérez Arellano en referencia a la actitud de los guardias.
Saucedo Hernández se tiró al mar para acercarse donde se encuentra el tubo de aguas residuales.
“Esto que están haciendo aquí estás personas nos están perjudicando aquí a nuestros bancos de concha”, dijo.
Luego enfatizó que “sí, es el tubo de Fonatur, pero no son aguas pluviales, son aguas contaminadas que bajan al mar, entonces son aguas que tienen un radio de 200 metros a la redonda de agua sucia, y es pura agua de contaminación. Se las llevan las corrientes del mar y son aguas que van contaminando”.
Los pescadores y buzos señalaron que el tubo comienza desde el resort Qualton hasta bajar unos 80 metros y dar al mar, y que también, dicha tubería ya está oxidada.
Pérez Arellano y Saucedo Hernández expresaron que es una problemática de años “ya no es un tubo de ahorita, es un tubo viejo de hace años, tengo 30 años ya de bucear aquí y el tubo ya estaba ahí”.
Sobre el hecho de que algunos empresarios y hoteleros resaltan que las plantas de tratamiento de aguas residuales de Fonatur cumplen con las normas, Saucedo Hernández contestó que “ellos dirán eso, pero acá es lo contrario, acá su tubería está rota, se sale el agua contaminada al mar, inclusive va hacia el mar, no son aguas pluviales, son aguas contaminadas”.
“Las palabras son unas y los hechos son otros”, dijo.
Sobre si hay reportes por la contaminación del tubo de Fonatur, dijo que no se habían hecho reportes, sin embargo, las especies marinas comienzan a contaminarse más.
“A la cooperativa siempre nos están dañando, pero ahí está la prueba y nosotros siempre nos quedamos callados”, aceptó.
Pérez Arellano resaltó que se está hablando de unas 350 familias que dependen de la pesca y buceo, pero ahora están siendo afectadas.
“Obviamente que Fonatur es un ramo de gobierno muy poderoso y nosotros sólo somos una cooperativa de pescadores que ahí vamos, pero lo que le pedimos a las autoridades es que reparen el daño y no sigan contaminando nuestras playas, nuestras áreas de recreo y nuestras áreas de trabajo”, recalcó Saucedo Hernández.
Si está el guardia, no te deja pasar a Playa Quieta
Pero en 2017, las cosas no han cambiado, apenas en octubre del año pasado Fonatur anunció un parque ecoturístico, como Xcaret, que es privado en Cancún y se tiene que pagar para disfrutar playas y los famosos cenotes.
Cientos de excursionistas llegan en domingo para disfrutar Playa Linda, la única playa sin costo alguno, eso sí, donde inicia Qualton, Azul Ixtapa, Azul Grand y las nuevas propiedades particulares que están casi sobre el mar alterando el ecosistema, ya no pueden pasar.
Cerca del Qualton, comienza un corredor de madera sobre las piedras, antiguos arrecifes destruidos por la mano del hombre.
Abajo del corredor hay tubos enormes y un extenso cableado de luz y telefonía, escurrimientos de lo que son drenajes y que van por más de un kilómetro de camino privado hecho de duela, hasta Playa Quieta.
Los turistas nacionales aprovechan y se toman selfies, mientras frente a los grandes hoteles, se extienden metros de boyas, en señal de que tienen dueño, aunque la ley no marque eso.
-José, ¿y para llegar a Playa Quieta, por dónde me voy? – pregunta la reportera a un lanchero
-Te puedes ir por el paseo del Qualton y el Azul o si no, das vuelta por arriba, por la carretera de Club Med.
-Pero…hay una pluma, ahí, ¿a poco te dejan pasar?
-No, si está el guardia, no te deja pasar, si no, sí pasas. A veces están armados.
A la salida, en una jacaranda en flor, decenas de chachalacas se acicalan, lo mismo sobre una ceiba, las cigüeñas.
Frente a ellas, la modernidad, un Oxxo que devastó parte de la selva, donde comienza una ciclopista.
Hasta ese lugar, la brisa del mar y el canto de las olas suena, aminorando el despojo que hicieron los grandes resors, cobijados por el gobierno federal.
