Allana el Ejército sede de Frente que apoya a López Obrador

* Ha habido una serie de otros ataques sistemáticos a la agrupación, denuncian en conferencia de prensa

REDACCIÓN    /

Acapulco, 13 de octubre de 2017. Unos 60 elementos del Ejército irrumpieron en la sede de la Coprera, donde sesiona desde su creación el Frente Progresista Guerrerense, una coalición que aglutina a 106 organizaciones sociales que se unieron con el objetivo principal de respaldar la candidatura presidencial del dirigente del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador.

En conferencia de prensa, el presidente de la José Luis Salas Pérez, representante legal de la Unión Mercantil de Productores de Coco del estado de Guerrero, organización que tiene la propiedad del inmueble; el comisionado de Gestión Social del FPG, José Jaimes Requena; e Isaías Arellano Maldonado, miembro de la dirigencia colectiva del FPG, denunciaron que los militares llegaron acompañando a un civil que no dio su nombre y solo dijo ser hijo de Encarnación Ursúa, fundador a principios del siglo pasado de la unión mercantil, y un grupo de choque que llegaron supuestamente a posesionarse de la propiedad.

De acuerdo con los dirigentes, ninguna autoridad civil acompañaba a esta persona, solo los militares, entre ellos uno de alto rango, así como un grupo de choque compuesto por hombres jóvenes. Salas Pérez relató que encaró a los militares sobre su actuación y estos le dijeron que nada más venían acompañando al hombre que decía traer una escritura de la propiedad elaboradas en la notaría de la fallecida notaria Bella Uri Hernández Felizardo, pero no traía ninguna orden de ningún juez para entrar al inmueble ni ninguna sentencia ni nada.

Sin embargo, dijo que los militares se introdujeron al inmueble, despojaron al vigilante de las llaves de las oficinas donde sesiona el FPG, y colocaron candados propios en una bodega. Salas Pérez relató que ante esa actitud, procedió a acudir a la agencia del Ministerio Público, ubicado unos domicilios adelante, pero ahí se negaron a levantar la denuncia “porque el que llegó con los militares traía un acta”, y tampoco le dieron ningún auxilio porque dijeron que no había policías.

Más tarde empezaron a congregarse en el lugar otros integrantes del Frente Progresista, y cuando ya eran alrededor de 50, los militares y los civiles que llegaron se retiraron, pero dejaron cerradas tanto las oficinas, pues se llevaron las llaves, como la bodega, porque le dejaron un candado nuevo. Acto seguido, indicó que procedió a interponer una queja en la Comisión Nacional de Derechos Humanos (en la estatal no quisieron darle entrada). Durante toda la acción, los soldados colocaron un retén en Ejido, a dos calles de la sede del FPG.

Salas Pérez señaló que las instalaciones de la Coprera, como se conoce al edificio, ha sido centro de reunión para organizaciones de izquierda, y fue en ese lugar donde se gestaron movimientos como el que se realizó contra el gasolinazo, así como el nacimiento de Morena cuando todavía no era partido, y ahora el Frente Progresista Guerrerense.

Indicó que no hay ningún juicio por la propiedad del inmueble que pudiera dar origen a una acción judicial, pues el que hubo, ya fue objeto de sentencia en favor de la organización gremial, y está legalmente finiquitado ese caso.

Los dirigentes anunciaron que el próximo lunes presentarán una denuncia ante el Ministerio Público Federal, para que el Ejército explique su actuación en este caso. José Jaimes Requena, por su parte, dijo que la acción forma parte de una serie de agresiones que se han venido presentando desde diversas instancias de gobierno contra militantes del FPG, pero señaló que todos los casos serán denunciados y defendidos por la agrupación.

En este edificio, en agosto 1967, fueron asesinadas 38 personas tras un ataque de pistoleros bajo el mando del entonces gobernador Raymundo Abarca Alarcón a un congreso.