CITLALI CALIXTO /
Acapulco, 14 de febrero de 2021.
Este lunes 8 de febrero, el Gobierno de México, el Banco de México y la Asociación de Bancos de México anunciaron un programa de bancarización para apoyar a migrantes y sus familias. La estrategia, de acuerdo al comunicado oficial, consiste en reforzar y ampliar la cobertura de servicios financieros con el fin de que los envíos de remesas en territorio nacional se realicen de manera sencilla, segura y económica. ¿Cómo se llevará a cabo dicha operación? A grandes rasgos, por medio de las siguientes acciones:
- Bancarizar a los migrantes mexicanos en Estados Unidos y a sus familias en México a través del Banco del Bienestar;
- Ofrecer orientación para las personas migrantes sobre el programa a través del Instituto de Mexicanos en el Exterior en las Ventanillas de Asesoría Financiera (VAF) de los consulados, donde podrán recibir las correspondientes tarjetas de débito internacionales;
- Desarrollar un sistema por parte de Banxico con el que las instituciones financieras podrán realizar el perfilamiento de las personas migrantes con quienes celebren operaciones;
- Compromiso de La Asociación de Bancos de México a que las instituciones de crédito ofrezcan el mejor tipo de cambio en cualquier punto del territorio nacional.
Es pocas palabras, lo que se pretende es que los migrantes mexicanos puedan abrir cuentas para enviar remesas a sus familiares de una manera segura y “a un tipo de cambio competitivo”, de acuerdo al Secretario de Hacienda, Arturo Herrera Gutiérrez en Twitter.
Esta política es importante en dos sentidos, el económico y el de justicia social. De acuerdo a Forbes (2020), a lo largo del año pasado 40,000 millones de pesos en remesas fueron enviados de mexicanos en Estados Unidos a México. Esto rompió un récord ya que en 2019 el monto fue de 36,439 millones de dólares. Es decir, en el año de la pandemia se dio un crecimiento del 11.4%. Las remesas son una de las fuentes más grandes de divisas en nuestro país y el hecho de que, a pesar de las complicadas condiciones contextuales a nivel mundial, los mexicanos en Estados Unidos hayan trabajado hasta más que en otros años, nos habla de la urgente necesidad de proteger a este sector.
Por otra parte, los migrantes han sido históricamente un grupo estigmatizado tanto en Estados Unidos como en México. Sin embargo, el que las autoridades mexicanas reconozcan la necesidad de formalizar la transferencia de remesas es un reconocimiento a la labor de estos mexicanos y un aporte a la calidad de vida de todas sus familias.
Aunque este es un enorme avance en la política migratoria de nuestro país, me parece indispensable recordar que el fenómeno migratorio en México es sumamente complejo y no solo trata de los mexicanos en Estados Unidos sino también de quienes emigran de Centroamérica a nuestro país. Esperemos que a largo plazo también se planteen políticas que promuevan el respeto a los derechos humanos de dicho grupo. Debemos continuar trabajando en que mejore la calidad de vida tanto de mexicanos viviendo en otro país, como de migrantes viviendo en México.