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ROBERTO RAMÍREZ BRAVO /

Acapulco, 09 de julio de 2024. El 28 de mayo de 1992, el entonces gobernador de Guerrero, José Francisco Ruiz Massieu, asumió la presidencia de la fundación Cambio XXI, fundada un año antes como primer presidente, por Mariano Palacios Alcocer.
Cambio XXI -que después agregaría a su nombre el de Luis Donaldo Colosio, asesinado en 1994 cuando era candidato presidencial, y finalmente quedaría solo en Fundación Colosio- fue la última alternativa de los priistas por transformarse para continuar al frente del poder político en México.
Lo dijo más o menos así Ruiz Massieu en uno de los cursos que organizó esta fundación en la Ciudad de México para dirigentes estatales del tricolor, ese año: «o cambiamos los priistas, o nos cambian». Eran tiempos todavía del tricolor hegemónico, el gobernador guerrerense estaba a la mitad de su sexenio y en el contexto nacional era una figura prominente en la carrera por la sucesión presidencial, sin embargo autodescartada por su nexo familiar con el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari.
No obstante ese panorama favorable, los priistas ya habían visto lo que se venía. La fundación Cambio XXI era una estrategia no solo para tratar de infundirles una noción por el cambio a quienes dirigían este partido, sino también para cambiar el nombre del mismo. La idea era que el partido adoptara el nombre de la fundación. Pero fue, desde entonces, un intento fallido: a ese curso que organizó Ruiz Massieu para los dirigentes estatales, el guerrerense Rubén Figueroa Alcocer, que dirigía al priismo local, fue uno de los ausentes, en una clara señal de cuál sería la atención que prestarían entonces y después sus congéneres, al tema.
En junio de 2006, Mariano Palacios Alcocer, que para estas fechas era presidente del CEN tricolor, y cuando se estaba a un mes de la elección donde el tricolor perdería por segunda ocasión la elección presidencial, hizo en Chiapas un recuento de quienes se habían ido de ese partido, incluyendo al exgobernador chiapaneco Juan Sabines: «se fueron solos», dijo, y se engañaba. En las vueltas de la vida, Palacios Alcocer había dejado de ver los síntomas que vio cinco años antes.
La historia después, se escribió como un libreto anunciado. El triunfo de Enrique Peña Nieto en 2012 no se convirtió en un gobierno capaz de recuperar los espacios perdidos, y simplemente en 2018 el tricolor fue aplastado por la aplanadora lopezobradorista. Seis años más tarde, en 2024, el tricolor sale de una elección donde fue relegado por el electorado a la posición de tercera fuerza política en el país, y donde solo ganó 10 de los 300 distritos que estuvieron en la competencia, y ninguna fórmula para el Senado.
Pero lo hace, además, dividido. Antes de la elección, hubo una desbandada histórica, que ya por sí misma anunciaba la debacle. En Guerrero eso se vio muy claro con el ex gobernador Héctor Astudillo y Mario Moreno a la cabeza. Pero la asamblea nacional parece haber sido, como lo dijo Mario Moreno en Chilpancingo, el último clavo al ataúd del PRI.
Alejandro Moreno, el dirigente nacional más cuestionado por los propios priistas en la historia de este partido, modificó los estatutos para poder reelegirse hasta por ocho años más, y que el presidente del CEN pueda designar a los coordinadores de las bancadas en las dos cámaras federales y en los Congresos locales y reducir a la mitad el número de integrantes del Consejo Político, entre otras cosas.
Si los priistas iban quedando cada vez menos en el partido, lo que se viene es una nueva desbandada, y, entre quienes siendo oposición decidan quedarse, habrá una guerra intestina entre ellos y el presidente del CEN.
Al final, parece que esta película ya se proyectó antes: en el PRD, con los Chuchos y sus críticos. Tanta fue el encono para aferrarse al poder de los Chuchos, que se quedaron con él, pero lo perdieron.
Parece que esta será la última gran maniobra de Alejandro Moreno en el PRI, siguiendo los pasos de sus primos perredistas: cuando termine su último período en 2032, y le toque cerrar por última vez la puerta, las luces ya estarán apagadas.

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