* No era encuentro para ningún candidato, explica Laura Pineda
REDACCIÓN /
Acapulco, 21 de enero de 2018. Con la “gente turquesa”, el precandidato presidencial José Antonio Meade Kuribreña se sintió como en casa. Habló del enamoramiento de su esposa Juana Cuevas, de la historia familiar de su abuela, quien tuvo que sacar adelante a sus hijas con una lavandería que era a la vez, lavandería y casa, y habló de sus bienes, que, dijo, pueden ser completamente explicados con los ingresos que ha tenido en sus distintos cargos públicos, de los cuales, cinco corresponden a titular en una secretaría de Estado.
El encuentro De Ciudadano a ciudadano, organizado por el Partido Nueva Alianza (Panal), tuvo como finalidad, según expresó la dirigente estatal de este instituto político, Laura Pineda Manzano, más que conocer la actividad pública del aspirante presidencial, conocerlo a él como persona.
Esta es la primera reunión de su tipo, que el precandidato del PRI, Verde y Panal, hace con militantes de los partidos coaligados. En respuesta a una pregunta sobre el tema, Meade Kuribreña señaló que así como lo hizo hoy con el Panal, sostendrá otros encuentros con los otros dos partidos.
Al evento, que se realizó en el Centro Acapulco, asistieron como invitados el gobernador Héctor Astudillo Flores, el ex gobernador René Juárez Cisneros y el dirigente estatal del PRI, Heriberto Huicochea. El que no asistió fue el precandidato –y en los hechos, virtual candidato- a la presidencia municipal de Acapulco, Rubén Figueroa Smutny.
Ni siquiera fue invitado. Pineda Manzano confirmó su ausencia pero aseguró que se debió a que él es precandidato y ningún otro precandidato estuvo presente, excepto, claro, Alberto Serna Mogollón, quien es precandidato a diputado local y tuvo oportunidad de ser uno de los participantes en el diálogo con Meade Kuribreña.
Figueroa Smutny se ha caracterizado por sus comentarios críticos, burlones y de denostación contra el mandatario estatal, a través de las redes sociales.
Por lo demás, la seguridad fue estricta en el evento, aunque no se trató de un acto político masivo, e incluso el trato con la prensa fue tenso. Los reporteros y camarógrafos fueron recluidos en un corralito, detrás de unas vallas, como en los eventos del Presidente, y agentes de seguridad estaban prestos para mover a cualquier persona que se detuviera frente al acceso. “Nos lo pide Protección Civil”, dice un guardia de seguridad, mientras conmina al reportero a ubicarse dentro del corralito.
Al concluir el encuentro, y dado que a algunos periodistas de la Ciudad de México sí se les permitió el acceso, reporteros locales lograron burlar la valla y entrar, para poder hacer entrevistas.
En los momentos de su exposición, Meade Kuribreña planteó la necesidad de incrementar salarios y prestaciones para los maestros, dar garantías de operación a los empresarios, y llamó a reivindicar el servicio público, pues señaló que los servidores públicos solo se dedican a pensar cómo hacer el bien para sus semejantes.