* La estrategia ha sido ineficiente, y lo bueno en seguridad, lo adjudican al estado y Federación, pero lo malo, al municipio, señala
* En su cierre de precampaña, el precandidato del Panal vuelve a emular a su abuelo Rubén Figueroa Figueroa
ROBERTO RAMÍREZ BRAVO /
Acapulco, 10 de febrero de 2018. El precandidato del Partido Nueva Alianza (Panal) a la alcaldía porteña, Rubén Figueroa Smutny, afirmó que de llegar a ser presidente municipal “lo primero que haría es salirme del mando único, porque no ha funcionado”.
En entrevista luego de encabezar el cierre de su precampaña, el ex diputado local y federal afirmó que en estos momentos en Acapulco, el problema principal es la seguridad pública. “
“La gente está muy espantada, vive con miedo, y está muy preocupada por lo que está pasando todos los días en Acapulco; vimos lo que pasó en el bar Baby Lobster, el turista asesinado, y ahora vemos lo que pasa en la zona poniente de Acapulco. Y lo que más preocupa es que tal pareciera que no hay autoridad. Hay un mando único que no sabemos por qué no está operando, y cada quien se maneja de manera independiente, y lo que está pasando no funciona. Es una realidad que el mando único en Acapulco ha sido un fracaso, y yo no me explico por qué no lo cambian o buscan otra opción, cuando está más que probado y comprobado, que después de dos años de gobierno, los índices delictivos están todos disparados y no se ve cómo se resuelva el problema: al contrario, cada vez pasan cosas más graves, cada vez hay más desconfianza, y cada vez hay más incertidumbre de la ciudadanía”.
-¿Cómo enfrentar esta situación desde el ámbito municipal?
-Yo lo primero que haría es salirme del mando único, porque no ha funcionado. El mando único no es más que un acuerdo de Cabildo donde el municipio acepta unirse a este esquema de seguridad, pero si no queda el gobierno en sus otros dos niveles, la garantía de que va a haber resultados, yo no sé por qué se mantienen en eso, es mejor que estemos solos porque de todos modos, lo que sale bien, es gracias a la Federación y el estado, y lo que sale mal, es culpa del alclade, que es el eslabón más débil de la cadena. Entonces, si esas son las condiciones, yo en lo personal no estaría de acuerdo.
Figueroa Smutny estuvo acompañado de la presidenta del comité estatal, Laura Pineda Manzano, y de los dirigentes sindicales Rodolfo Escobar Ávila, de la CTM, y Gilberto Baños, del Suspeg-Capama.
El evento se llevó por la noche en el teatro al aire libre Sinfonía del Mar, y estuvo precedido por un video en el que aparecen hombres y mujeres de la tercera edad, quienes elogian el gobierno de Rubén Figueroa Figueroa, abuelo del precandidato, y emulaban la mano dura con que ejerció su gobierno en particular en lo que dijeron fue combate a la inseguridad. Los entrevistados hicieron referencia a la dotación de terrenos para regularización de colonias que ocurrió en su gobierno, así como la reubicación de los habitantes de las partes altas para crear Renacimiento, y pidieron “que Acapulco vuelva a ser lo que fue antes”.
Incluso, el secretario de Acción Política del comité municipal del Panal, Jesús Sotelo, dijo que Figueroa Smutny “es el único personaje que con mano dura le regresará la tranquilidad a Acapulco”.
En su discurso, el aspirante dijo que el mes pasado ocurrieron 76 asesinatos en el puerto, el cual se volvió la ciudad más violenta del país con 2,746 asesinatos, y la más peligrosa para las mujeres, y señaló que las víctimas “no son números”, sino personas con nombre y apellidos, que fueron padres, hermanos, esposos, hijos. “Acapulco es un mar de sangre y un tornado de violencia por todo lo largo y ancho de su territorio, desde la Jardín hasta la comunidad de La Concepción”, dijo.
Añadió que todo mundo sabe lo que sucede en la zona poniente. “Yo los acompaño estos momentos de incertidumbre, y les digo esta noche que la paz volverá: Figueroa ya viene”, dijo.
También se refirió a su padre y su abuelo, y dijo que ellos “vivieron su tiempo y su circunstancia, gobernaron en tiempos difíciles y lo hicieron con determinación. Dieron resultados y asumieron a cabalidad la enorme responsabilidad de gobernar. Ellos no repartieron culpas ni buscaron pretextos, simplemente gobernaron y aplicaron la ley”.