* “Nos han dicho que si fuéramos hombre, nos arreglaríamos con una botella, pero yo prefiero demostrar que estas viejas pueden lograr mucho más”
HERCILIA CASTRO /
Zihutanejo, 04 de junio de 2018. Sinaí López Rangel no pasa de los 36 años. Orgullosa de su pelo rubio cobrizo, pide un café donde nos vamos a desayunar, en la segunda planta del restaurante de moda, La terracita, la cual tiene una vista completa de toda la bahía de Zihuatanejo, en playa La Madera.
El nombre es porque previo a la primera embarcación que sale a las Filipinas, un galeón lleno de sedas encalló en la ahora nombrada Playa La Ropa. El sol es noble cuando se une al mar y refresca. A pesar de que hay mar de fondo, eso no impide iniciemos la entrevista a Sina, como la conocemos.
De profesión arquitecta, los caminos de la vida llevaron a Sinaí a que, desde hace 13 años, se desempeñara como gestora social en el DIF Zihuatanejo. “Tuve la oportunidad de entrar al ayuntamiento, al DIF, de trabajar con la señora Amalia Ayala (esposa del exalcalde Silvano Blanco de Aquino), de 2005 a 2008, y la verdad que aprendí mucho”.
Sina cuenta que estudió arquitectura en el Instituto Politécnico Nacional (IPN) campus Tecamachalco, pero por motivos de salud no pudo titularse, regresando al puerto que la vio crecer.
Desayunamos con la vista de toda la bocana de la bahía mientras la entrevisto: “Ese trabajo -prosigue- me permitió conocer todos los estratos sociales, refiriéndome a personas de la tercera edad, a niños, madres solteras, personas con problemas económicos, con carencias incluso emocionales”.
“Ahí puse en práctica lo que mis padres me enseñaron, me enseñaron a dar, hasta la fecha lo hacen con sus hijos; estar en contacto con la gente con necesidades te abre la mente y te abre el corazón, la verdad”, dice.
Destaca que de las campañas que pudieron bajar son las de programas de alimentación para personas de bajos recursos, operaciones de cataratas, operaciones para personas con trastornos específicos que afectan el procesamiento del lenguaje (TEL), programas de sillas de ruedas, entre otros.
Sin embargo, la candidata a regidora por Movimiento Ciudadano (MC), relata que al trabajar en el ayuntamiento en la administración del exalcalde priista y ahora jefe de oficina del gobernador Héctor Astudillo Flores, Alejandro Bravo Abarca, “tras un abuso contra los trabajadores, fuimos violentados en nuestros salarios y nos organizamos e hicimos un paro; él ya no estaba, estaba de permiso y en su lugar se encontraba el presidente interino José Juan”.
Subraya que ya les debían hasta tres quincenas de pago, por lo que cerraron más de 24 horas el ayuntamiento, logrando que les pagaran las quincenas y el aguinaldo.
Después del paro, el sindicato blando que existía es retomado por la base, eligiendo los trabajadores a Claudia Mancilla Robles como secretaria general y a Sinaí López Rangel como secretaria de Asuntos Interiores.
Para la administración del exalcalde priísta Eric Fernández Ballesteros, comienzan despidos injustificados, horas extras sin pagos, falta de uniformes y el ninguneo al sindicato. Hace cinco años.
Además, durante la administración de Fernández Ballesteros, los ocho días que estuvieron en paro laboral los de Servicios Públicos Municipales, trabajadores y sindicalizados, así como Mancilla Robles y López Rangel, sufrieron el embate de la policía, pues el exalcalde priista los mandó golpear.
Fue entonces cuando el visitador de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Adelaido Martínez Memije intervino para mediar la situación, así como el secretario del Trabajo, en ese entonces, Alberto López Rosas. Aún así, el hostigamiento a las del sindicato continúo.
Sinaí aclara: “De momento yo estoy de permiso, pedí licencia en el sindicato y permiso al Ayuntamiento, estoy contendiendo por un cargo, a una tercera regiduría, me dio la oportunidad Movimiento Ciudadano y acepté”.
Del machismo en el Ayuntamiento y del pensamiento de los hombres de que las mujeres no son capaces de estar en un cargo, acepta que “sí hemos sido víctimas de comentarios despectivos, nos han dicho hasta esa expresión de que si fuéramos hombres, sería más fácil arreglarnos con una botella de whisky, y nosotras contestamos que no, que precisamente por ser mujeres y no arreglar las cosas con una botella, hemos logrado muchas cosas. Preferimos las mejoras salariales, el seguro social, que les respeten sus categorías, que no los traten como si fueran esclavos”.
A Sinaí le duele ver que aún no todos los trabajadores son sindicalizados, “sí, hay comentarios como ya vienen estas viejas, pero no me duele, es un orgullo para mí ser mejor, y aunque muchos hombres tienen arraigado ese machismo, demostrarles que estas viejas pueden lograr mucho más”.
De su candidatura, resalta que su satisfacción es que su labor la respalda y la gente la conoce desde 2005 expresándole: “Sí, Sinaí, confiamos en ti, tienes nuestro voto, sabemos que podemos confiar en ti y que vas a hacer mucho”.
“Para mí es súper satisfactorio ver que la gente me recuerda y que me tienen mucho cariño porque están contentos por mi trabajo que he hecho hasta hoy. Y a los que he contado del proyecto, me dicen que sí, que están conmigo, sí, estamos contigo, yo y mi familia”.
Sabe que debe concientizar no solo ella, al Cabildo, y que muchas veces todo depende de los recursos, pero se deben coordinar y bajar los proyectos que necesita Zihuatanejo.
Sus prioridades: los jóvenes, los servicios de salud que ahora son carentes, y servicios públicos donde faltan camiones prensas y programas de reciclaje.
De la violencia, la pregunta obligada, opina que sí, es riesgosa la época para los candidatos, pero igual para los ciudadanos, pues uno nunca sabe si estará en la hora, el momento y el lugar equivocado. Sin embargo, confía en el cariño y apoyo de la gente.
Terminamos de desayunar, y Sinaí se alista, pues de aquí al 1 de julio, hay más comunidades y colonias que visitar, y convencer para tener votos.
“La verdad la gente nos ha recibido muy contenta, no hemos tenido problemas, la gente es muy amable, y quiere ser escuchada, quieren hablar, hay muchas carencias, pero poco a poco. Nos han recibido bien”, agrega.