• 943 mil guerrerenses están en situación ilegal en Estados Unidos; no hay incremento significativo en deportaciones, reporta Silvia Rivera Carbajal
• Remesas disminuirán si las personas no salen a trabajar por miedo, dice
MARISOL WENCES MINA /
Acapulco, 28 de enero de 2025. La secretaria de Migración y Asuntos Internacionales de Guerrero (Semaigro), Silvia Rivera Carbajal, afirmó que durante el segundo mandato de Donald Trump, las deportaciones de guerrerenses no han presentado un aumento significativo, desmintiendo las percepciones de repatriaciones masivas. “No hay grandes cantidades de deportados; las cifras no han variado respecto a lo normal”, aseguró la funcionaria.
De acuerdo con Rivera, actualmente 943 mil guerrerenses permanecen en situación ilegal en Estados Unidos, mientras que 71 mil cuentan con un estatus legal. En los últimos días, solo se han registrado dos casos de deportación de guerrerenses: una mujer originaria de San Marcos, que lleva seis meses en albergues en Tijuana, y un hombre de Acapulco, quien fue deportado desde Chicago y llegó con problemas de salud.
En entrevista antes del evento de presentación de resultados del proyecto Historias de colores: memoria de esperanza, en el Cici de ciudad Renacimiento, la funcionaria dijo que en cuanto al flujo migratorio general, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Migración (INM), se deportan entre 40 y 60 personas diarias en cada frontera. Sin embargo, esta cifra no representa un incremento respecto a años anteriores. “Esto no es novedad; siempre ha habido deportados”. Detalló que incluso en los momentos más tensos, no se han superado los 200 deportados diarios en puntos como El Chaparral, en Tijuana, señaló.
Rivera destacó que algunos guerrerenses prefieren quedarse en las fronteras por diversas razones, como la inseguridad en sus comunidades de origen (refiriéndose específicamente a originarios de Tierra Caliente), o la intención de intentar cruzar nuevamente hacia Estados Unidos. “Muchos dicen: ‘Me quedo porque voy a volver a cruzar, aunque me deporten otra vez’. Otros no regresan porque dejaron familia, trabajo o pertenencias en Estados Unidos”, explicó.
Sobre la situación de las infancias deportadas, Rivera mencionó que muchos niños nacidos en Estados Unidos son trasladados junto a sus familias, mientras que otros se quedan en Estados Unidos cuando son mayores. Para atender esta situación, “el gobierno federal ha instalado personal del Renapo (Registro Nacional de Población) en los albergues fronterizos, para que los menores puedan obtener la doble nacionalidad y tener los mismos derechos que cualquier mexicano”, dijo.
Rivera anunció que la Semaigro está trabajando en la formación de un equipo de 10 abogados especializados en derecho migratorio para asesorar a los migrantes. “Queremos darles orientación, aunque sea por teléfono. Además, utilizaremos redes sociales para difundir boletines informativos”, sobre qué hacer y qué no hacer en caso de deportación”, subrayó.
También reconoció el trabajo de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y los consulados mexicanos en Estados Unidos. “Los consulados están haciendo un trabajo muy eficiente, atendiendo a los migrantes y ayudándolos a resolver sus problemas. Hasta ahora, no hemos recibido quejas por falta de atención”, comentó.
Sobre los incendios recientes en Los Ángeles, Rivera aclaró que no tienen reportes de guerrerenses afectados directamente. “Estuvimos en contacto con la SRE y confirmaron que esta vez la zona más afectada fue una de alto poder adquisitivo. Afortunadamente, no tenemos casos de paisanos afectados por los incendios”, concluyó.
La funcionaria hizo un llamado a los migrantes y sus familias a mantener la calma y confiar en las gestiones del gobierno federal. “Esto es un tema político que requiere trabajo conjunto. Hay capacidad para enfrentar cualquier eventualidad, pero es importante actuar con tranquilidad y seguir los protocolos establecidos”.
Finalmente, Rivera Carbajal resaltó la importancia de las remesas para la economía del estado, recordando que Guerrero ocupa el noveno lugar nacional en captación de estos recursos. “Si los migrantes no pueden trabajar por miedo, las remesas disminuyen, y eso afecta no solo al estado, sino también al país entero”, concluyó.