*En vísperas del Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar, las estadísticas del INEGI revelan una realidad marcada por la informalidad y la desigualdad en México: 90% de las personas trabajadoras del hogar son mujeres
MARISOL WENCES MINA /
Acapulco, 27 de marzo de 2024. El 30 de marzo se conmemora el Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar, una fecha que resalta la contribución esencial de estas personas a la economía global y la necesidad urgente de mejorar sus condiciones laborales. En México, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del tercer trimestre de 2023 pinta un panorama de la situación laboral de las trabajadoras del hogar que invita a la reflexión.
De los 2.5 millones de personas ocupadas en el trabajo doméstico remunerado, 38% son jefas o jefes de hogar. La mayoría de estas personas trabajan en condiciones de informalidad, con 95% sin acceso a empleo formal, lo que afecta principalmente a las mujeres pues de las mujeres que se dedican a esta labor 96.3% se encuentra en esas condiciones.
La distribución de las ocupaciones muestra que la mayoría se concentra en tareas de limpieza y asistencia en casas particulares. Sin embargo, la presencia masculina es más notable en roles como choferes y jardineros. Además, 97.1% de las personas en este sector laboran sin contrato escrito, lo que subraya la vulnerabilidad de sus condiciones de trabajo.
El acceso a prestaciones laborales es otro punto crítico: 69.5% de los hombres trabajadores domésticos no recibe prestaciones, con una mayor desventaja para las mujeres que en 71.3% no reciben prestaciones. Solo un pequeño porcentaje tiene acceso a servicios de salud y otras prestaciones, lo que resalta la necesidad de políticas que promuevan la formalización y protección de estos trabajadores.
El INEGI subraya la importancia de reconocer y valorar el trabajo doméstico remunerado, no solo como una cuestión de justicia social sino también económica.